Por: Nicolás Poblete Riesco
Fuente: eldesconcierto.cl
El 01 de Diciembre se conmemoraron los 20 años de lucha y resistencia que ha sostenido la Comunidad de Mehuin ubicada a 70 kilómetros de Valdivia, contra lo que ha sido hasta ahora el intento de la Celulosa Celco- Arauco de instalar un ducto en la bahía de Maiquillahue donde depositaría sus desechos líquidos contaminantes.
Diversos actores, organizaciones, académicos y estudiantes se reunieron para conmemorar los 20 años de lucha y resistencia que ha sostenido la Comunidad de Mehuín ubicada a 70 kilómetros de Valdivia, contra lo que ha sido hasta ahora el intento de la Celulosa Celco- Arauco de instalar un ducto en la bahía de Maiquillahue donde depositaría sus desechos líquidos contaminantes.
La invitación fue extendida por el Departamento de Medio Ambiente de la Federación de Estudiantes UACh y la Unión Nacional Estudiantil (Une Valdivia). Carla Mancilla Directora Ejecutiva del proyecto, comenta que “este es el segundo año que trabajamos con la comunidad de Mehuín y la Asociación Weichafe Lafken Mapu, con quienes hemos estado levantando el Centro Cultural “Casa Piedra” que promoverá la conservación y la cultura mapuche lafkenche
El ducto en el aire
Desde 1996 la empresa Celulosa Arauco ha enfocado sus esfuerzos en instalar un ducto de aproximadamente 36.9 kilómetros de largo desde su planta de celulosa hacia bahía de Maiquillahue, en la que planea vertir desechos contaminantes líquidos de los procesos de producción de celulosa que contienen metales pesados entre otros residuos industriales.
Sin embargo, sus intenciones se han visto obstaculizadas por las acciones y el “blindaje del territorio” que ha generado la propia comunidad organizada en el Comité de Defensa del Mar y las comunidades mapuche lafkenche del territorio, además de la permanente “vigilancia activa” que sostienen vecinos del sector.
Entre otras cosas, “Celco tiene su aprobada su Evaluación de Impacto Ambiental desde febrero del 2010, pero tiene un ducto en el aire, porque esta impedido su uso del suelo y el espacio”. Esto se debe, explica Boris Hualme, werkén y defensor del mar, “a Ley de Pesca con las áreas de manejo que son exclusivas para la pesca artesanal y del Sindicato de Pescadores de Mehuín, la Ley Lafkenche mediante el uso ancestral y exclusivo de comunidades sobre el borde, y el convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT)”.
Esto explica que en septiembre del 2015 el Comité Técnico de la Comisión Regional de Uso de Borde Costero de Los Ríos (CRUBC) haya informado a Juan Anzieta, representante de Celco la imposibilidad de entregar concesiones marítimas para la instalación del ducto.
“El territorio lo es todo para nosotros”
El sector de Maiquillahue es considerado por la ciencia como un “hotspot”, es decir un sector con una alta cantidad de especies amenazadas y con prioridad para su conservación por sus excepcionales condiciones para la vida y que se encuentran amenazadas por acción de los humanos. Específicamente se trata de regiones que concentran como mínimo de 1.500 especies de plantas vasculares endémicas y una alta proporción de vertebrado endémicos según la definición de del biólogo estadounidense Marks Myers.
Por su parte, para el pueblo mapuche lafkenche es comprendido como “un territorio que nos ofrece muchas garantías, ambientales, alimenticias, de medicina, y también parte de nuestra economía” explica el Werkén Hualme que enseguida añade, “para nosotros el territorio es todo prácticamente, parte de nuestra cultura, de nuestra vida, de nuestra cosmovisión como mapuche lafkenche.
Es por ese motivo que sienten la responsabilidad de proteger el “Lafken-Mapu, que es comprendido por el bosque nativo, las aguas, el río, el mar y todos los seres vivos”, explica Teresa Nahuelpan, de la Comunidad Lafkenche Villa Nahuel, “tenemos que hacerlo, de ahí venimos, ahí vivimos y eso es lo que corresponde. En el pasado fueron nuestros abuelos, mañana serán las futuras generaciones las que deberán defenderlo”, afirma orgullosa.
Nuestra lucha va quedar en la historia
El hecho que una comunidad de menos de 2 mil habitantes haya logrado detener a la poderosa empresa Celco – Arauco, la que es parte del Grupo Angelini, actualmente involucrada en el caso colusión en el mercado del papel tissue y también vinculada al financiamiento ilegal de campañas políticas mediante Giorgio Martelli (recaudador para la campaña de Michelle Bachelet), marcó un hito en la historia del movimiento social chileno y como uno de los conflictos emblemáticos en relación al extractivismo en el país.
“Este hecho -asevera Hualme- va a trascender en el tiempo, lo verán nuestros nietos y bisnietos y así sucesivamente, trascenderá tal como las luchas de nuestros antiguos líderes de hace 100, 200 y 500 años”.
“Nosotros estamos aportando un grano de arena para que este territorio no se destruya, como lo están haciendo las élites y las empresas con el país y el planeta”, afirma.
El futuro: “esta lucha la vamos a ganar”
El deseo compartido entre la comunidad de Mehuín que defiende el mar es que “ojalá sean cientos de años más sin contaminación en este territorio. Queremos que que quede para las generaciones futuras, porque tenemos todos los recursos necesarios para proyectarnos como sociedad”, concluye Boris Hualme.
“Es por eso que queremos mandar un mensaje a los señores que nos quieren imponer cosas: esta lucha la vamos a ganar. Porque mientras las empresas sigan en la misma línea de siempre, se van a encontrar con nosotros mientras estemos vivos”, sentencia el werkén.
Es cierto que “la empresa tiene profesionales y expertos a su disposición, y el Estado podrá combatirnos con la policía, barcos, aviones y helicópteros, pero nosotros tenemos la mente y el corazón fuertes, no nos van a quebrantar”, asegura.
Sobre los proyectos para este 2016, Carla Mancilla, sostiene que se vienen mejoramiento de la infraestructura del Centro Cultural Casa Piedra ubicado a las orillas del río Mississippi en Mehuín, donde se realizarán talleres de educación ambiental, de cultura ancestral mapuche y jornadas de muralismo.