Desde que el mundo se sometió al sistema capitalista, incluyó todas nuestras actividades humanas, desde la forma que tenemos de alimentarnos. La repartición de comida es desigual y sólo unas cuantas empresas tienen la mayor parte del mercado alimenticio, lo que impide a los países a tener una real soberanía alimentaria.
Una de esas megacorporaciones es Monsanto, que busca hacerse dueña de todas las semillas del mundo, y que nadie pueda guardar ni sembrar las semillas propias, mediante leyes y convenios a nivel global, afectando a pequeños agricultores locales, que se deben endeudar para poder producir lo que la gran transnacional les obliga.
Una de esas megacorporaciones es Monsanto, que busca hacerse dueña de todas las semillas del mundo, y que nadie pueda guardar ni sembrar las semillas propias, mediante leyes y convenios a nivel global, afectando a pequeños agricultores locales, que se deben endeudar para poder producir lo que la gran transnacional les obliga.
Para que sus prácticas no sea cuestionada, Monsanto asegura que sus semillas no son malas para la salud, que no necesitan pesticidas, que los herbicidas que ellos fabrican no causan ningún tipo de efecto egativo y que cuidan al medio ambiente, a los trabajadores y a los consumidores. Incluso invierten en clubes deportivos y parques de diversiones para mitigar un "posible" impacto. Pero 5 estudios recientes dicen la verdad tras las semillas de Monsanto.
1. Incidencia del Roundup en la muerte de trabajadores agrícolas
En febrero de este año, el Diario de Investigación Ambiental y Salud Pública mostró una investigación que descubrió una conexión entre el Roundup de Monsanto y una enfermedad del riñón epidémica, global, crónica y fatal. Los investigadores creen que al mezclar fertilizante químico con el herbicida, extremadamente poderoso, puede ser la razón de miles de muertes en áreas agrícolas en todo Sudamérica.
2. El Roundup de Monsanto está en el aire y suelo
De acuerdo a estudios publicados en el número de Toxicología y Química Ambiental de febrero de este año, “si estuvieras respirando en el aire de muestra, estarías inhalando 2.5 nanogramas de glifosato por metro cúbico de aire. Se ha estimado que una persona adulta promedio inhala aproximadamente 388 pies cúbicos u 11 metros cúbicos de aire por día, lo que equivaldría a 27.5 nanogramas de glifosato al día.
3. El uso de OGMs ha incrementado el uso de pesticidas y herbicidas
Aunque la USDA es conocida por favorecer los OGM, el reporte confirma lo que los científicos independientes han estado diciendo todo el tiempo: La modificación genética no lleva a un incremento de ganancias. Dado que existe una relación incestuosa entre la agencia y Monsanto, ahora se están formulando preguntas relativas a las aseveraciones no científicas y no probadas de la industria biotecnológica, en el sentido de que la biotecnología no es el camino hacia el futuro.
4. Los pesticidas son mucho más peligrosos de lo que se pensaba originalmente
Investigación BioMédica Internacional confirmó lo que muchos han pensado por un largo tiempo. Los científicos en la Universidad de Caen examinaron 8 productos comerciales, incluyendo al Roundup, y descubrieron que 9 de ellos fueron cientos de veces más tóxicos que su ingrediente activo por sí solo. Así que no sólo nos debemos preocupar por los químicos tóxicos en los pesticidas, sino también de su interacción con otros químicos tóxicos. El Roundup de Monsanto fue el más tóxico.
5. El Cambio Climático y su relación con la Agricultura Industrial
Un estudio de diciembre de la Comisión de las Naciones Unidas en Desarrollo e Intercambio titulado: Despierta antes de que sea demasiado tarde, advirtió que la agricultura orgánica y a pequeña escala es la única forma de alimentar al mundo. El reporte contiene secciones sobre la necesidad de cambio a una agricultura más sustentable y resistente: la producción de ganado y el cambio climático; la importancia de la investigación y expansión; el rol del uso de la tierra y de reformar las reglas de intercambio global. Más de 60 expertos del mundo contribuyeron al reporte.
En fin, Monsanto no es imprescindible en el mundo como quiere hacernos creer. De hecho, estábamos mejor sin él, y si desaparece, podremos sobrevivir sin problemas.